3 razones para mandar tus objetivos a paseo y crear un sistema en su lugar

Los objetivos marcan el destino, pero los sistemas construyen el camino. Diseña tu entorno para que los buenos hábitos fluyan solos—y deja de depender de una fuerza de voluntad que siempre te acaba fallando.

3 razones para mandar tus objetivos a paseo y crear un sistema en su lugar

Por qué el objetivo es la brújula, pero el sistema es el motor

Ahora que tenéis vuestro objetivo principal, vamos a ver cómo preparaos para el éxito y crear un hábito constante que trabaje a favor de vuestra meta.

Una vez que habéis establecido vuestro objetivo, centraos en el sistema. Si no veis que la meta se acerca, lo dejaréis todo. Por eso necesitáis concentraros en los procesos que conducen a los resultados deseados.

En mi caso, estudiando español, me centro en el sistema de clases en la escuela y en hacer los deberes. También añado ver series y películas en español y practicar con una aplicación.

O en mi trabajo con el proyecto NotNowSchool. Mi sistema consiste en leer libros, estudiar investigaciones, practicar coaching, escribir posts y analizar el feedback.

Por eso el único camino hacia la victoria es esforzarse por mejorar cada día.

Porque si hubiera esperado empezar a entender pronto las películas en versión original en español, o hubiera aguardado resultados excelentes y conversaciones fluidas, me habría frustrado y lo habría dejado todo.

Si pasáis demasiado tiempo pensando en objetivos y dedicáis poco tiempo a construir un sistema, podéis tener problemas.

Y al revés, si dedicáis todo vuestro tiempo al sistema, sentiréis como si los resultados llegaran solos.

Vuestros objetivos son la brújula, y el sistema es el motor del progreso.

Cómo engañar al mono: haciendo fácil lo difícil

Si no conocéis la teoría de Tim Urban sobre el mono y el monstruo del pánico, os la recomiendo encarecidamente.

Aquí va el meollo del asunto. El monstruo del pánico aparece cuando se acerca la fecha límite y os obliga a hacer lo que sea, eliminando la procrastinación. El mono, en cambio, está dispuesto a trabajar cualquier día y a cualquier hora, pero para ello necesita tareas lo más simples y claras posible.

Por eso, cogemos nuestro objetivo principal y lo concretamos en un subobjetivo.

Por ejemplo, tengo que aprender español. Pero para el mono esto es un objetivo complicado donde no queda claro qué hay que hacer. Al escuchar esta frase, es imposible invocar al mono para que se ponga al mando y empiece a estudiar español. Por ejemplo, yo estudio español de varias formas: en la escuela con cursos, en casa con un libro de texto o con la aplicación Busuu.

Y quiero crear un hábito: cada vez después de comer, mientras hago la digestión, dedicar media hora a practicar en la aplicación.

O aquí tenéis un ejemplo más complejo: si queréis ser diseñadores gráficos, poneos el objetivo de aprender a hacer carteles molones.

Y entonces el hábito de rutina puede ser este: rediseñar un cartel de los que tenéis guardados.

Si tenéis un objetivo más complejo, entonces, como dije en la lección anterior, reservad una hora.

Para mi objetivo, me creo condiciones favorables. Porque en mi opinión, la ley fundamental para trabajar con la fuerza de voluntad es no obligar a la fuerza de voluntad a trabajar. Hay que crearse condiciones en las que realizar las acciones que aprobáis sea sencillo. Y realizar los programas no deseados sea complicado.

Por ejemplo, queréis leer más? Poned el libro en el lugar del mando a distancia, y el mando escondedlo en la estantería más alta, en una caja al fondo. Desconectad todos los cables de la tele y guardadlos junto al mando.

Queréis comer menos dulces? No los compréis. Queréis dedicar más tiempo a algún proyecto? Cread un espacio de trabajo cómodo para ello. Un sillón vacío y confortable y un recordatorio grande en la pared para no olvidarlo.

Por ejemplo, para tocar el acordeón aunque sea de vez en cuando, tuve que ponerlo al lado de mi escritorio.

Así que adaptad vuestro entorno para fomentar los hábitos que queréis formar, y progresaréis más rápido sin necesidad de invertir mucho esfuerzo adicional.

Un pequeño resumen de esta parte. Tenéis que preguntaros: Cuál es el primer paso que debo dar hacia mi objetivo? Y lo más importante, recordad que una acción simple y clara podéis empezar a hacerla en cualquier momento. Esa acción que el mono puede asumir: abrir la aplicación y seguir sus instrucciones, simplemente leer o estudiar un libro, rediseñar un cartel. Si no sabéis por dónde empezar, preguntad o investigad a personas que lo hayan hecho antes que vosotros. Preguntad a profesionales del sector o haced una búsqueda en YouTube.