Habitica y Duolingo: cómo la gamificación te ayuda a no tirar la toalla
¡Desbloquea tu potencial con Habitica y Duolingo! Convierte tus hábitos en un juego para mantener la motivación y avanzar de verdad.
En internet hay personajes famosos con frases famosas:
«Que le den a la motivación, quedaos en la mierda» (G. Carlin)
O los que dicen que los sistemas externos de motivación son una chorrada total. Y que si una persona tiene que hacer algo, lo hace, y si no, pues no lo hace.
En estas palabras hay algo de verdad. Pero también hay un desprecio hacia los demás desde la altura de las propias capacidades y ambiciones.
Todos somos diferentes, todos tenemos recursos y circunstancias vitales distintas. Por eso, en esas palabras también hay un error consciente o inconsciente.
Yo os propongo que uséis o al menos probéis sistemas externos también. Solo que no lo convirtáis en un culto donde, ante cualquier situación imprevista o fallo, tengáis que correr angustiados a rellenar el informe del día.
¿Qué son los sistemas externos? Son diversas herramientas que ayudan a hacer seguimiento del progreso, mantener la motivación y conservar el ritmo en el proceso.
En internet hay un montón de vídeos sobre cómo rellenar agendas o rastreadores de hábitos de forma bonita. Pero en la práctica, esto puede pasar de ser un apoyo a convertirse en un devorador de tiempo que gastáis en rellenarlos. Como en todo, aquí hace falta mesura y un enfoque racional.
Alguien tipo el hijo de la amiga de vuestra madre puede hacerlo todo solito, pero otros necesitamos truquitos extra.
Y esto es completamente normal. Lo importante es que funcione con vosotros y para vosotros. Pero que no interfiera con la práctica ni se convierta en un fin en sí mismo. Hay que verlo como los manguitos cuando te enseñan a nadar, o como los ruedines de apoyo en la bici.
Yo creo que todo lo que os ayude a conseguir vuestros objetivos y os simplifique la vida hay que usarlo, es normal y no hay que avergonzarse. Además, con el tiempo, cuando todo se convierte en hábito, incluso el desarrollo personal se vuelve hábito, estos sistemas ya no os harán falta. Y no tiene sentido gastar fuerza de voluntad a lo tonto. Os vendrá bien para tener un sistema nervioso sano, para grandes logros y para reaccionar con calma ante vuestros seres queridos e hijos en esos momentos en que os sacan de quicio y andáis justos de energía.
Yo uso Notion y una pared con notas grandes para hacer seguimiento de mis hábitos. Además, podéis convertir en un juego la creación de nuevos hábitos. Y como a todos nos encanta jugar, esto nos ayuda mucho a avanzar. Duolingo, por ejemplo, al aprender idiomas te motiva mogollón porque cuantos más días seguidos estudias, mayores son los bonus y más alto tu estatus. Yo aguanté más de medio año de clases diarias en Duolingo solo porque YA llevaba medio año sin fallar ni un día. Vosotros también podéis mantener esa racha y jugar con vosotros mismos a este juego. O usar aplicaciones más elaboradas de gamificación.
Una de las aplicaciones de gamificación de hábitos es Habitica. Tiene su propia vida, sus reglas y demás. Como un juego de verdad, solo que en vez de acumular experiencia, acumuláis hábitos.
En Habitica no solo hacéis seguimiento de vuestros hábitos, sino que también tenéis un pequeño personaje con el que podéis ganar experiencia, puntos de oro y equipamiento, además de completar misiones con los miembros de vuestro grupo. A mí me mola porque podéis uniros con otras personas y completar misiones juntos, y si no seguís vuestros hábitos, en realidad perjudicáis a los demás miembros de vuestro grupo.
Imaginad que vuestras acciones pueden «perjudicar» a vuestros amigos. Y que ellos también están interesados en el éxito, igual que vosotros. Os surge una motivación extra, vuestros amigos os apoyan y os motivan para alcanzar vuestros objetivos.
Además de todo esto, me gusta que en Habitica se pueden añadir hábitos negativos, y cada vez que caéis en ellos, también afecta a vuestro personaje en la aplicación.
Volviendo a los personajes famosos con frases famosas. Uno de ellos también decía que un profesional no necesita inspiración, un profesional necesita perfeccionarse en su trabajo de tal manera que simplemente se siente y resuelva la tarea que tenga delante.
Por eso quiero resumir de la siguiente manera.
La maestría no está en la inspiración, la maestría está en la práctica. Y por eso, simplemente necesitáis hacer constantemente las mismas cosas para convertiros en los mejores en lo vuestro.
Tarea «Primeros pasos»
Probad diferentes herramientas que os llamen la atención.
Antes de probar una nueva herramienta, anotad la situación actual: ¿en qué punto estáis ahora? ¿Cuántas veces habéis realizado la acción habitual durante la última semana? ¿Algo os lo impidió o todo fue sobre ruedas?
Después, id introduciendo las herramientas de una en una. Una herramienta por semana.
Elegís una herramienta — la aplicáis durante una semana — analizáis.
Si los indicadores han mejorado y os ha resultado fácil — genial, la herramienta os sirve.
Si los indicadores se han quedado igual o han bajado, y el tiempo de ejecución ha aumentado por culpa de la herramienta añadida — probad otra.
Usar una herramienta de apoyo también puede convertirse en un hábito que funcione encadenado con el principal o los principales. Y en vuestro sistema podéis integrar varias herramientas diferentes. Lo fundamental es seguir la regla de que la herramienta debe ayudar y aportar beneficios. En cuanto usarla os quite más recursos de los que os aporta — despedíos de ella sin ningún remordimiento.