¿Te sientes triste sin razón? ¿Nada te alegra? Lee este texto

¿Te sientes triste sin razón? ¿Nada te alegra? Lee este texto

La palabra clave es "sin razón": si te sientes mal en general, indispuesto y quieres dejarlo todo, este texto es para ti. Si puedes identificar claramente una razón objetiva para tu malestar, este texto no te servirá.

La idea principal: tu estado puede ser una reacción física. Aunque parezca que el problema está fuera (en tu pareja o el trabajo), la realidad es que puede estar dentro de tu cuerpo. Verifica estas posibles causas antes de tomar decisiones.

Como se trata de reacciones corporales, todo es estrictamente individual. Tu organismo puede reaccionar a uno de estos factores o a ninguno.

Puede ser por el sueño

Muchísimas personas sufren por la falta de sueño, lo que afecta directamente su comportamiento. Cuando alguien no duerme bien durante un tiempo prolongado, puede volverse irritable, hipersensible y, consecuentemente, infeliz.

Lo engañoso es que no hace falta pasar noches enteras en vela. Basta con despertarse en una fase inadecuada del sueño, dormir un par de horas menos o dar vueltas toda la noche por los mosquitos. Dos noches así seguidas pueden provocar una sensación de desesperación y desesperanza sin motivo aparente.

La solución es simple: dormir bien. Si los ronquidos de tu pareja te molestan, pídele que duerma en otra habitación. Si los mosquitos no te dejan descansar, instala una mosquitera. En resumen, resuelve el problema del sueño, al menos durante dos noches consecutivas.

Comiste algo malo o no comiste nada

Algunas personas son especialmente sensibles a los niveles bajos de azúcar en sangre o al hambre. Esto es particularmente notable durante los viajes: en lugares nuevos, puede que no sientas hambre, pero tu estado de ánimo empeora y nada te alegra. Sin embargo, basta con comer para que todo mejore.

Hay varios escenarios comunes:

  • Con el calor, no sientes hambre y te saltas una comida. Después de 2-3 horas, el mundo te parece injusto, el trabajo sin sentido, todo mal. Comes algo y en una hora todo vuelve a la normalidad.
  • Dejas de consumir carbohidratos sin que tu cuerpo esté adaptado. Comes solo carne un par de veces y, aunque no sientes hambre, tu humor empeora. Consumes bulgur o trigo sarraceno, y en una hora todo mejora.
  • Empiezas una dieta restrictiva. Tu organismo entra en modo supervivencia y reacciona negativamente ante todo.

Nunca sigas una dieta basada simplemente en consejos de internet. Si quieres modificar tu alimentación, registra todo lo que comes durante una semana, hora por hora, y consulta a un nutricionista. Te diseñará una dieta adaptada a tu estilo de vida y necesidades. Jamás sigas dietas solo porque funcionaron para un amigo o algún influencer. Podrías causarte daños importantes.

Comentario del experto:

Lo que ocurre en el cuerpo afecta a la mente. Especialmente lo que sucede en el intestino influye en el estado de ánimo y el comportamiento. Todo está relacionado con la microflora intestinal, que se comunica directamente con el cerebro. Esta microflora afecta los niveles de serotonina y su precursor, el triptófano, regula la respuesta al estrés y modula las funciones cognitivas y el comportamiento. Es como si tuviéramos un segundo cerebro en el intestino. A veces, la causa de la tristeza está literalmente en el estómago, no en la cabeza.

Para mejorarlo, puedes consumir yogures y chucrut, pero lo más efectivo es mantener una alimentación equilibrada y completa. Así podrás prescindir totalmente de probióticos y prebióticos. Para la mayoría de las personas sanas, la dieta mediterránea es el estándar ideal. Esta incluye abundantes verduras, hojas verdes, frutas, cereales integrales, legumbres, pescado, carne magra de ave, huevos, aceite de oliva, frutos secos y semillas. Los cambios significativos en el intestino requieren modificaciones dietéticas a largo plazo. El ejercicio físico también contribuye a normalizar la microflora. En realidad, no hay nada nuevo en esto.

Lectura recomendada y accesible sobre el tema: "El intestino encantador. Cómo el órgano más poderoso nos controla", de Giulia Enders.

Fuentes:

— Yu. B. Barylnik, A. A. Shuldyakov, N. V. Filippova, K. J. Ramazanova "El microbioma intestinal humano y la salud mental: estado del problema". Revista Psiquiátrica Rusa N° 3, 2015

— Del Chierico F., Vernocchi P., Dallapiccola B. et al. Mediterranean diet and health: food effects on gut microbiota and disease control // Int. J. Mol. Sci. 2014. Vol. 15. P. 11678–11699.

Hace tiempo que no hay actividad física

Algunas personas son particularmente sensibles a la falta de ejercicio: si pasan varios días sin moverse, se vuelven irritables e infelices. Probablemente se relacione con la adrenalina, el metabolismo o la actividad del sistema nervioso central.

Si solías hacer ejercicio regularmente y luego haces una pausa de una semana, hacia el quinto día puede aparecer la irritabilidad. Un paseo rápido al aire libre suele ayudar.

Si normalmente no haces ejercicio, los médicos recomiendan encarecidamente actividad física suave y caminatas activas: no solo por la salud física, sino principalmente por el bienestar mental. Después del ejercicio, las personas piensan con más claridad, duermen mejor y se sienten más energéticas y equilibradas.

Incomodidad física

Hay personas tan determinadas que persiguen sus objetivos sin importar la incomodidad. Pero una cosa es ser determinado y otra muy distinta es sentirse bien mientras lo haces.

Algunas fuentes comunes de incomodidad:

  • Una silla y mesa incómodas.
  • El sol dándote en los ojos, obligándote a entrecerrarlos mientras trabajas.
  • Calzado o ropa interior que aprieta o incomoda.
  • Calor, frío, aire viciado o corrientes de aire.
  • Gases intestinales acumulados.
  • Olores desagradables — propios, de otras personas, de la alfombra o del calzado.
  • Necesidad de ir al baño.

La mayoría de las personas responde rápidamente a la incomodidad física: van al baño, abren ventanas, buscan muebles más cómodos. Pero hay quienes creen que deben aguantar toda incomodidad y, una vez sentados, no levantarse hasta terminar el trabajo. Así acumulan tensión hasta llegar a la desesperación.

Hoy es viernes

Durante la semana todos acumulamos cansancio y nos volvemos más irritables. Si los viernes te resultan especialmente difíciles, te comprendemos. Respira profundo. Es mejor dejar las decisiones importantes para el lunes.

El principal desequilibrio y la mayor ilusión

Solemos pensar que el cuerpo y la mente son entidades separadas. La mente piensa y trabaja, mientras el cuerpo es solo un soporte para mantener la cabeza frente a la webcam en Zoom.

En realidad, todo lo que ocurre en el cuerpo afecta directamente a la mente. Cuando tienes hambre, no es solo el estómago — es todo tu ser, incluido el cerebro: el humor empeora, la atención se dispersa, aparecen los caprichos. Si el calzado te incomoda, afecta tu desempeño laboral. Si tienes mal olor corporal, se reflejará en tu rostro y, por tanto, en la videollamada. Si el ambiente está sofocante, no solo afecta a tus pulmones — todo tu organismo lo sufre.

Y la solución es la misma para todos los casos:

Cuídate

Como siempre, te invito a compartir tu opinión en los comentarios
Con amor 😽 🤗 😘
K

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